El conductismo, creado por Watson, decía que todo estimulo tiene una respuesta, y toda respuesta parte de un estimulo, lo que se observa de esto es la conducta, y esta ultima era lo único que le importaba a la psicología, ya que a partir de ella se podría estudiar al hombre de manera más objetiva, las demás cosas como la mente no le interesaba porque no eran observables.
Aparecen otras teoría psicológicas que si se interesaban en la mente, como el psiquismo, ya que viendo solo lo que hace una persona no se puede saber cómo es, decían que si importaba la mente y los pensamientos de uno.
Luego el conductismo avanza y si dice que la mente también es esencial para estudiar al hombre, ya que, se da cuenta que solo viendo las conductas físicas (cómo reacciona el corazón) no alcanzaba.
Se empieza a hablar del individuo como unidad, que tiene un área física y un área de lo psíquico, y que están juntas.
En Argentina aparecieron dos psicoanalistas, Bleger y Pichon Riviere, a quienes les importaba la conducta pero decían que necesitaban algo más que lo psíquico y lo físico para estudiar al hombre, esto era el medio ambiente ya que el hombre aislado no se lo puede conocer. Dentro del medio ambiente, se divide en: físico; social y cultural.
Inventaron la psicología social, que para ellos era indispensable. Y decían que el comportamiento del individuo expresa personalidad del mismo y tiene algo físico, algo mental y algo del ambiente (medio ambiente físico y medio ambiente social-cultural). Dicha personalidad se define por una parte que es heredada, congénita, otra por las primeras vivencias y vínculos durante la infancia, y otra por la vida cotidiana actual. Todo individuo tiene una personalidad que es característica de la persona. Pero es dinámica ya que va a cambiando a través del tiempo según las circunstancias que vivimos.
Pichon Riviere expone que la conducta influye en el área corporal, mental y en el área exterior, y que a través de ello se pueden ver rasgos de la personalidad. Entre estas áreas puede haber contradicciones en la persona, por ejemplo, alguien que por dentro está triste pero intenta mostrarse bien. Éstas pueden ser pasajeras, es decir, en particulares ocasiones que nos hayan ocurrido, o estáticas, que siempre es así.